miércoles, 29 de septiembre de 2010

EL TREN DE LA VIDA.

Ya hace algún tiempo me llegó en un correo electrónico una presentación en la que se asemejaba la vida a un viaje en tren. El símil era totalmente apropiado y utilizaba a los pasajeros, las estaciones, los vagones y asientos o el equipaje, como las personas que coinciden con nosotros en nuestro recorrido vital, los lugares que ocupamos unos en la vida de los otros y la impronta que dejamos en los demás.


Hace unos días, reflexionando sobre una conversación mantenida con un buen amigo, me acordé de esas diapositivas.

Efectivamente es este un trayecto con billete solo de ida. Cualquier vagón al que no vayamos, cualquier asiento que no ocupemos no podremos ya esperar a hacerlo en otro viaje, pero es difícil saber cuál es nuestro lugar en ese tren, en cualquier momento el recorrido puede hacerse incomodo. Los billetes no nos marcan el número de asiento en el que debemos sentarnos, somos libres para trasladarnos de un lugar a otro del ferrocarril, ocupando y desocupando butacas durante todo el trayecto, hasta que nos toque bajarnos en alguna estación desconocida. Sin embargo, a veces, el traqueteo del tren, un equipaje demasiado pesado, un asiento en el que otra persona ya se ha acomodado o cualquier otra vicisitud que pueda suceder en un largo viaje, nos impide realizarlo tal como hubiéramos deseado.

Solo unos pocos tienen la habilidad de mantener el equilibrio durante los vaivenes de los vagones y saben que parte del bagaje se debe abandonar para viajar más ligero. Encontrar asientos vacios ya no depende solo de nosotros.

Sea como fuere, el viaje continúa.


martes, 28 de septiembre de 2010

MAQUINAS DEL TIEMPO III

-Reloj de arena-


Es un instrumento mecánico cuya función es medir visualmente un determinado transcurso de tiempo desde que comienza a caer la arena del receptáculo superior al inferior, por efecto de la gravedad, hasta que finaliza de hacerlo.

Hoy en día, debido al avance de la medición del tiempo, los relojes de arena se fabrican con fines más bien decorativos.

Con la caída continua de la arena, son los que más visiblemente reflejan, el fluir constante del tiempo, adquiriendo cierto valor simbólico.

Que el depósito superior esté casi lleno, hace referencia al inicio de la vida, mientras que cuando el depósito inferior tiene mitad de arena significa edad adulta y cuando en el superior hay poca arena representa la proximidad de la muerte.





-Reloj de fuego-



Es un dispositivo usado en la antigüedad para medir el tiempo, basado en el consumo regular de algún tipo de combustible, generalmente cera. En este caso se compone de una vela del grosor y longitud adecuada y una escala que puede estar incorporada a la propia vela o no, a modo de registro. El borde de la vela al fundirse la cera con el paso del tiempo, va disminuyendo gradualmente de tamaño e indicando en la escala, distintos espacios de tiempo.

Un dispositivo adicional consistía en colocar la vela sobre un cuenco y a una altura determinada de la vela, una bola. El consumo de la vela con el paso del tiempo, permite que la bola se libere y caiga sobre el cuenco avisando sonoramente que se agotó el tiempo previamente indicado.

Estos instrumentos no podían dar la hora tal como la entendemos hoy en día, pero si eran validos para, simultáneamente, contar determinados espacios de tiempo, iluminar la estancia donde se encontraba e incluso hacer las veces de despertador y todo ello de una manera silenciosa, algo muy valioso en momentos de estudio, cuidado de personas enfermas, etc.

jueves, 23 de septiembre de 2010

hoy hace cinco años.

 

¿Cuantos de nosotros recordamos lo que estábamos sintiendo hace hoy exactamente cinco años? Difícil de contestar salvo que algún acontecimiento extraordinario hubiera ocurrido en aquella fecha.

Alguien que me lee, y buena amiga a pesar de ello, tendrá muy presentes todos los momentos acaecidos entonces, casi minuto a minuto grabados en su memoria para siempre. Seguro que hoy, cinco años después, esos recuerdos retornaran y hará que sienta casi la misma emoción de aquella jornada.

Recordará aquellos primeros dolores que se iban haciendo más intensos según transcurrían las horas, recordará palabras de aliento, recordará mil y un detalles, pero, sobre todo, se acordará de aquel primer llanto, del primer abrazo al ser que, desde entonces, ocupa el lugar más grande, mas privilegiado y mas importante en su corazón. No podrá olvidar jamás el momento en que sus ojos se posaron por primera vez sobre aquella niña que acababa de nacer.

Quiero felicitar desde aquí a aquel bebé, ya algo mas crecido, en el día de su quinto cumpleaños, hoy una chiquilla preciosa, feliz, con una risa contagiosa y llena de vida, y quiero felicitar también a su madre porque cumple ese mismo tiempo desempeñando la labor, sin duda, mas importante que se pueda tener en esta vida.

¡FELICIDADES!

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miércoles, 15 de septiembre de 2010

Maquinas del tiempo II

-Reloj de sol-




Los relojes de sol son la forma más antigua de leer la hora, y han estado en  uso por varios miles de años. El historiador griego Herodoto afirmaba que los caldeos y los babilonios (habitantes de un área que hoy es parte de Irak) habían sido los primeros en usarlo. Colocaban varas verticales en sus edificios y miraban la posición de la sombra para conocer el paso de las horas. El concepto fue desarrollado por los griegos y romanos, quienes construyeron varias formas diferentes para poder leer la hora y la estación del año. Normalmente, ésos eran discos con "gnomons" (instrumentos que daban sombra) verticales u horizontales, y líneas horarias marcadas sobre el disco. Con los años se crearon modelos más elaborados, hasta la llegada de verdaderos relojes, que convirtieron al reloj de sol en un elemento decorativo más que en un instrumento de medición.


martes, 14 de septiembre de 2010

Maquinas del tiempo.

"Una vida sin relojes es algo que a los hombres de hoy, nos resulta impensable.

Estemos donde estemos, vayamos donde vayamos, estamos habituados a escuchar y ver la hora en los relojes públicos o a llevar con nosotros relojes que nos marcan el paso del tiempo.

En las grandes ciudades, en los aeropuertos, en las estaciones de tren, el reloj se hace más necesario y el tiempo parece volverse más escaso, mas valioso.

Sin embargo, durante milenios, los hombres realizaron sus quehaceres diarios sin ningún sistema o aparato para medir el tiempo.

En aquellas épocas no había tiempo medido, solo tiempo estimado.

Pero el ser humano pronto sintió la necesidad de medir el transcurso de lo que acontece. Como claro dominador de la tierra, el hombre necesitaba controlar el tiempo, en los procesos cada vez más complejos que iba aprendiendo a realizar.

Y si algo ha caracterizado al hombre en su largo caminar, es su ilimitada capacidad imaginativa…"

Así reza, en una céntrica joyería de la ciudad donde suelo pasar mis vacaciones, el cartel que encabeza una pequeña pero interesante exposición de relojes.

Como la información es abundante y para no hacerlo demasiado extenso iré posteando en varias entregas.

Transcribo, tras las fotografías de los relojes, la información que aparecía en paneles explicativos al lado de cada uno de ellos.


-Clepsidra-


El agua, esa sustancia tan extraordinaria, no es solo imprescindible para vivir, sino que hubo una época en la que se utilizó para contabilizar el fluir del tiempo. Aunque los primeros relojes que inventó el hombre fueron los de sol, fue el agua el que permitió liberarnos de la tiranía del astro rey y poder contabilizar incluso las ominosas horas de la oscuridad.

Los primeros relojes de agua consistieron en una vasija cerámica que contenía agua hasta cierto nivel, con un orificio en la base de un tamaño adecuado para asegurar la salida del líquido a una velocidad determinada y, por lo tanto, en un tiempo prefijado. El recipiente disponía en su interior de varias marcas de tal manera que el nivel del agua indicaba los diferentes periodos de tiempo, tanto diurnos como nocturnos.

Durante muchos siglos estos relojes se usaron en los tribunales de Atenas y Roma para asignar el tiempo a los oradores y para controlar la duración de los alegatos por parte de los abogados. También era muy frecuente su uso en el ámbito militar para señalar la duración de las guardias nocturnas.

domingo, 12 de septiembre de 2010

salida multitudinaria.




Hoy me toca a mí hacer la crónica de la salida dominical de los Repechinos. Todos los asistentes así lo decidieron por unanimidad.

A las 9:00, con puntualidad británica, nos encontramos junto a la estatua de Pelagius, yo, yo mismo y un servidor. Estuvimos esperando hasta las 9:10 a ver si acudía algún compañero más. En vista de que el tiempo pasaba en vano, decidimos sobre la marcha el recorrido no sin ciertas discrepancias. La mañana había aparecido levemente lluviosa, yo votaba por volver a casa y guarecerse de nuevo en la cama hasta hora menos intempestiva. Yo mismo abogaba por una salida fácil por alguna de las sendas que circunvalan la ciudad. Un servidor prefería acometer alguna ruta un pelín más sufrida, después de más de un mes de inactividad no se estaba para mucho más pero tampoco era plan de desaprovechar la oportunidad.

Al final se decidió hacer caso a la opción de un servidor. Desde Pelayo y por el paseo del Muro nos dirigimos hacia Monte Deva a través de la senda que se inicia a la altura del Molinón. Un leve orbayu nos acompañaba. Había algunos paseantes madrugadores que, protegidos con paraguas, encaminaban sus pasos hacia el Rastro. Desde la Guía, el Campus, orillando el Peñafrancia, Tragamón y los Maizales llegamos hasta el camping de Deva. Por el camino antiguo de Peón llegamos a la carretera del mismo nombre, de allí nos desviamos en dirección al cementerio y proseguimos subiendo hasta el cruce para tomar dirección a las áreas recreativas, a estas horas la lluvia caía ya con intensidad. Después de la granja optamos por girar hacia el Camín de Bobies, Camín de la Llomba y en este coger la trialera que pasa por “la casa la radio” y bajar ya hasta la carretera de Pola de Siero para cruzarla y tomar la senda del Piles para volver a Gijón por Viesques , les Mestes, la Guía y de allí al Muro bordeando el Piles.

Fue esta una salida silenciosa, sin conversaciones, absorto en mis pensamientos. No hubo percance alguno que enturbiase la mañana. Y mojada, sobre todo eso, pero también tiene su aquel el pedalear bajo la lluvia, con tranquilidad y en soledad obligada.

Siempre se había comentado que los Repechinos eran de secano, hoy lo reafirmo y además creo que empieza a ser contagioso. Algunos de los que se atrevían a pedalear bajo la lluvia parece ser que empiezan a sufrir el ataque de ese extraño virus que les produce hidrofobia asintomática (salvo el huir del agua cual gato escaldado).

Jose Luis tiene una buena excusa (menos mal que no rompió la bici). Roberto, espero que sea creíble la que escuche de tus labios. Al resto no les digo nada, me consta que encogen o destiñen al impregnarse del líquido elemento ¿no es así?

sábado, 11 de septiembre de 2010

seréis bien recibidos


Aprovecho este post como pequeño espacio publicitario, no soy el primero que lo hace. La diferencia que existe en este caso con respecto a otros es que el pago y cobro por la misma se hacen con una moneda de altísimo valor, la amistad.

Mi amigo Oscar, compañero en eso de dar pedales, coge esta vez un camino que espero, de todo corazón, resulte muchísimo menos empinado que los que solemos recorrer en nuestras salidas sobre ruedas gordas.

El caso es que hoy inauguró aquí, en Gijón, un negocio de hostelería. Se trata del bar merendero “La Cabaña”. Tiene un buen aparcamiento, una zona de juegos infantil, una zona de merendero, una amplia terraza y comedor con vistas. Tendrá menú diario y una carta variada. En un futuro irá añadiendo actividades lúdicas como subir en globo, alquilar bicicletas y alguna cosa más que se le pueda ocurrir.

No caigo en falsa adulación si digo que me parece un sitio muy recomendable. Y si no, los que tengáis posibilidad, id y comprobadlo, seguro que repetiréis la visita.

¿Su dirección? Camino de la Ñora, 587. La Providencia. Gijón.


Ver mapa más grande


Os pongo unas fotos, son de cuando aun estaban en plena reforma así que os podréis imaginar que el resultado final es aun mejor.

Buena suerte Oscar. A partir de ahora no tendrás en mi solo un amigo y compañero en eso de la bici, tendrás también un cliente.



miércoles, 1 de septiembre de 2010

Solo.




"La soledad, cuando te encuentres solo te hará reflexionar; cuando te encuentres lejos te hará añorar; cuando lo tengas todo te hará valorar. Pero sentirte solo teniendo compañía, hará que te sientas el más desdichado de los mortales."