sábado, 26 de enero de 2013

Spain in two minutes.



Esta semana mi amigo Jose Luis me hizo llegar por correo el texto de la conferencia-coloquio que Jesús Fernandez-Villaverde, Catedrático de Economía en la Universidad de Pensilvania,  director de Cátedra de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), del Nacional Bureau of Economic Research (NBER) y del «grupo de los cien», licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales por Icade y doctor en Economía por la Universidad de Minnesota (EE. UU.), pronunció en el club empresarial  Icade el 21 de septiembre de 2012, bajo el título "La salida de la crisis: cómo y cuándo".


En ella el conferenciante explicaba que la crisis que nuestro país está sufriendo no es solo coyuntural, también tenemos problemas estructurales de bastante más difícil solución si no se acometen cambios importantes en nuestra forma de hacer las cosas. En su exposición ponía ejemplos muy clarificantes de cómo se hacen las cosas en nuestra nación y como las llevan a cabo en otros en casos similares.
Después de leer el escrito, largo pero ameno y sin desperdicio, me avergonzaba de pertenecer a este país.

 Es fácil echarle la culpa a los políticos que tenemos  y que, no lo olvidemos, fueron elegidos por nosotros.  Desde luego  su mediocridad, su falta de honestidad en muchos casos, su poca vocación de servir al ciudadano y su sometimiento a esas “nuevas empresas” que son los partidos políticos les hace bastante responsables de lo que tenemos encima. Pero no solo ellos son los culpables, son un producto más de nuestra idiosincrasia. Y esa es mi mayor vergüenza, que nuestro carácter nacional nos haga una sociedad indigna.

Hoy llueve sobre mojado al echarle un vistazo a la edición digital del diario de mi ciudad. En uno de sus artículos hablaban de la imagen que, de nosotros, proyectan  las televisiones de otros países.
A los tópicos habituales se suma ahora la de un país de corruptos y despilfarradores, eso sí, la fiesta que no falte.

Lo dicho, de vergüenza.

lunes, 14 de enero de 2013

No apto para acrofobicos.



El salto BASE es una modalidad del paracaidismo, consistente en saltar desde un objeto fijo y no desde una aeronave en vuelo.

 Es considerado por muchos como el más extremo entre los deportes extremos y habitualmente se utiliza un solo paracaídas especial. El uso de otro paracaídas de reserva, como se hace en los saltos desde una aeronave, no tiene mucho sentido y es opcional, ya que habitualmente se salta de cabeza desde muy poca altura y son saltos muy breves, en los que no habría tiempo de activar un paracaídas de reserva, en caso de que el paracaídas principal fallara.

Dicho esto solo queda echarle un vistazo a este video -ponedlo en pantalla completa si es posible- y  “disfrutad” del vuelo.