En este programa emitido por TVE podéis ver mucho de lo que
os contaba en la entrada anterior.
viernes, 15 de noviembre de 2013
miércoles, 6 de noviembre de 2013
Crónica de una muerte anunciada.
"Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres".
Frase atribuida a Albert Einstein
Alrededor de 1985 llegó a Europa, en enjambres importados, un acaro originario de Asia, la varroa destructor. Allí parasita a la abeja melífera asiática (Apis Cerana). En esta especie de abeja se genera un equilibrio donde coexisten el huésped y el parásito ya que Apis Cerana tiene la particularidad de eliminar las varroas de las celdas y quitarse las mismas entre los adultos, con lo cual se mantiene un equilibrio constante. Sin embargo en la abeja europea este equilibrio no existe puesto que al ser un enemigo reciente la Apis Mellifica todavía no desarrolló mecanismos defensivos adecuados.
varroa destructor
Este acaro se
alimenta de la hemolinfa (sangre) de la abeja tanto adulta como en estado
larvario, debilitando a las adultas e impidiendo el correcto desarrollo de las
ninfas, dando como resultado la desaparición de la colmena. En aquellos
primeros años de infestación la mortandad fue muy elevada poniendo al borde de
la desaparición a la abeja europea. Un
tiempo después comenzaron a comercializarse acaricidas químicos (amitraz y
fluvalinato) con los que los apicultores podían tratar las colmenas
disminuyendo en un porcentaje elevado el número de varroas pero sin conseguir
eliminarlas por completo. En la
actualidad esta plaga se ha convertido en un mal endémico, se continúan
utilizando los tratamientos químicos y se avanzó algo con productos naturales
como el aceite de timol o el acido fórmico, se intenta también, mediante selección
genética, conseguir colonias de abejas que sean capaces de eliminar la varroa por
sí mismas, pero la amenaza sigue ahí.
A comienzos de este siglo, en torno a 2003, se detectó una
nueva amenaza. Se trata de la desaparición inexplicable y en un corto período
de tiempo de la mayor parte de la población de obreras adultas de una colmena. Este fenómeno,
conocido como "síndrome de despoblamiento de las colmenas", en estos últimos
años comienza a manifestarse de manera más evidente y generalizada produciendo
la perdida de hasta el 50 % de las colmenas y porcentajes mas elevados en
algunas zonas (a mi me ocasionó la pérdida del 100% de mis colmenas, en un
periodo de dos años). Sin causas confirmadas se especula con la intervención de
varios factores, por si solos o en conjunto,
determinados pesticidas de uso agrícola, las emisiones electromagnéticas
por la proliferación de antenas de telefonía, agentes infecciosos o parasitarios
, la tendencia a monocultivos lo que
implica una pérdida de la variedad nutricional que necesitan la abejas o la
explotación intensiva de estos animales produciendo un elevado nivel de estrés
y la consecuente disminución de población .
Pues por si todo
esto fuera poco aparece ahora un nuevo enemigo, una gravísima amenaza alada, el
avispón asiático (Vespa Velutina). Llegó a Europa a finales de 2004, en un
barco procedente de China que descargó madera en el puerto de Burdeos, algunos
troncos portaban hembras fecundadas de esta avispa.
La Vespa Velutina
es un voraz depredador que se alimenta
de abejas u otros himenópteros sociales como las avispas, también orugas,
libélulas, arañas forman parte de su dieta.
Ataca las colonias y diezma los enjambres en muy poco tiempo. No hay métodos
efectivos de control y aunque se emplean trampas para capturarlas esto no está
impidiendo su rápida expansión (100 km/año). Tienen una alta capacidad de adaptación
a nuevos entornos y se calcula que en un plazo de 10 años se extenderá por toda
la península Ibérica.
No es este el único
avispón que se alimenta de abejas, la Vespa Crabro ya existía en Europa pero,
aunque de tamaño similar, es menos agresiva y voraz que el avispón asiático.
Tampoco se deben
confundir estos dos avispones con otro que se está utilizando mucho en la prensa
mostrando su imagen e identificándolo como avispón asiático (Vespa Velutina)
cuando en realidad es el avispón asiático gigante ( Vespa Mandarinia) de 5cm de
longitud y 7,5 de envergadura alar , casi del tamaño de un pequeño pájaro, el
doble que cualquiera de los otros avispones y cinco veces el de una abeja. Este si es un verdadero asesino,
30 de estos avispones podrían acabar con 30.000 abejas en tres horas.
Es muy agresivo, su picadura es
muy dolorosa y su veneno, muy potente, disuelve los tejidos.
Cualquier día lo tendremos también
por aquí.
La tan nombrada
aldea global tiene también grandes peligros. El traslado de especies de unos
hábitats a otros acarrea consecuencias a veces impredecibles. Las abejas están
pagando un alto precio por nuestros actos, llegará un momento en el que seremos nosotros los unicos que queden para pagar por nuestros errores.
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