Repechín de Oro 2012

En estos  48 años sobre mis espaldas  he tenido la suerte de recibir algún que otro premio o reconocimiento relacionados con mis actividades deportivas y profesionales  -a parte de esos otros premios que la propia vida se encargó de otorgarme poniendo a mi lado a personas muy especiales-. Sin embargo, ayer,  tuve el gran honor de recoger de manos de maese Valentin, el orfebre, un trofeo realizado por él mismo, trofeo que se le concede cada año a uno de los que componemos la Peña BTT Repechín y elegido por el resto de compañeros en votación popular.

Tras entregarme el premio algunos me pedían que dirigiera unas palabras a los allí reunidos. Éramos un grupo numeroso y yo no soy una persona especialmente extrovertida, el hablar en público no es precisamente una facultad de  la que esté dotado, por lo que apenas pude dar un gracias mal pronunciado.

Quiero desde aquí, donde me siento mas cómodo, saldar esa deuda. Ese reconocimiento merece ser agradecido de manera más digna.

Tengo que dar las gracias a todos y cada uno de los miembros de este heterogéneo grupo de personas unidos por una afición común. Con ellos llevo varios años compartiendo vivencias montados sobre nuestras bicicletas – y algunos momentos también sin esos apéndices metálicos sobre los que solemos desplazarnos-.

 Repechinos, son muchos los buenos recuerdos que guardo junto a vosotros, imposible enumerarlos en solo unas líneas. El discurrir de los días va cargando nuestro espíritu de tensiones que necesitan ser liberadas. Junto a vosotros, cada domingo, todos esos desasosiegos desaparecen entre sudores y risas. Tantas personas, tan diferentes unas de otras, y sin embargo formando un grupo muy bien avenido, tanto que aquel que sale con nosotros es difícil que no repita. Una pandilla que destaca, y no solo por el precioso uniforme, allá en cada una de las rutas en las que participamos junto a otros grupos. Se nos nota a simple vista el orgullo de pertenencia al clan, lo reflejamos en nuestras caras y en nuestros actos.

Por todo eso, sobre todo, es por lo que tengo que daros las gracias. En cuanto a ese nombramiento como Repechín de Oro 2012 debo decir que me enorgullece enormemente  en tanto que los valores que se supone se tuvieron en cuenta nada tienen que ver con aquellos otros premios recibidos en los que se valoraban nada más que rendimientos deportivos o laborales. En el de ayer, al igual que los anteriores galardonados con el Repechín de Oro,  se tenían en cuenta mas las facetas humanas de cada uno, se premiaban actitudes, no aptitudes, y, como os decía, mi agradecimiento, pero sobre todo me asalta una pregunta ¿Por qué a mí?