Hoy voy a dedicarte a ti esta entrada, en exclusiva, solo
para ti. Tú, el de esa moto que hoy me pasó a gran velocidad cuando yo estaba
parado en un semáforo arrancándome de cuajo el retrovisor derecho de mi coche.
Solo para ti, hijo de la gran puta, que
ni siquiera te paraste, todo lo
contrario, aceleraste aun mas para que no pudiera darte alcance.
Es una pena, ahora sabiendo cual iba a ser tu reacción. No me hubiera importado tener algún daño mas
en el coche, te lo digo sinceramente, con tal de ver tu brazo colgando de los
restos del maltrecho retrovisor. Creo que incluso te hubiera ido a ver al
hospital y, si me apuras, me estrujaría
bien la cabeza buscando una bonita dedicatoria para escribirte en la prótesis. Imagínatelo,
un brazo izquierdo ortopédico precioso, ahora creo que hacen virguerías, que
hombre, no tendría la misma funcionalidad que el que tienes pero, para que nos
vamos a engañar, tampoco te mereces nada mejor.
No sé qué parte de tu moto o de tu cuerpo impactó contra mi
coche. Fuera la que fuese espero que te esté doliendo bien dolido, o por tener
que rascarte el bolsillo para arreglarlo, como me va a tocar a mí, o con un
buen dolor físico que tarde bastante tiempo en quitársete, o mejor, que te
deje secuelas para toda tu puta vida que te recuerden por que fue.
Te dirás que vaya una reacción desmesurada tan solo por un
retrovisor roto. La verdad es que no soy muy buen cristiano y no me va lo de
poner la otra mejilla, soy más de la ley del Talión, la del ojo por ojo, pero es
que, viendo tu reacción ante algo como lo que me hiciste, no dudo que hubiera
sido la misma si en vez de ser mi retrovisor lo que te llevaste por delante, hubiera sido mi hija o cualquier otra persona.
Así que, pedazo de cabrón, ojala pases a engrosar las estadísticas
de tráfico en lo que a accidentes de moto se refiere. Es mi deseo navideño para
ti, ya que están próximas tan señaladas fechas.
2 comentarios:
Claro que hubiese hecho lo mismo si hubiese sido cualquier persona, habría hecho igual que el que el viernes a las siete y media de la mañana atropelló a la chica en la Avda. Constitución y siguió camino a toda velocidad sin importarle nada el bulto que dejaba atrás. Para todos estos debería haber un buen muro donde estamparse, ellos solos, sin hacer daño a nadie.
Comparto tus deseos Jose. Lo mismo pensé yo cuando vi mi coche nuevo, rallado de atrás alante con una llave o similar. Pero luego, friamente te pones a pensar y mejor no haber cojido al cabrón de turno, en ese momento de calentón, porque seguro que al final los que hubieramos salido perdiendo hubieramos sido nosotros. Como solo me quedaba el recurso del pataleo, más o menos reaccioné como tú, y tambien le mandé "efusivos recuerdos " para toda su familia durante muchos dias.
Peor parada salió la que comenta Desdl´picu. Änimo
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