Tenía la tele puesta. Estaba sintonizada la MTV pero no le hacía
mucho caso mientras pasaba las páginas del periódico. Una música como de canción
infantil fue lo primero que llamó mi atención. Trasladé mi mirada al televisor
y las imágenes mantuvieron mi interés sobre el vídeo que emitían. La peculiar
voz del cantante acabó por fijar mis ojos en la pantalla y dejar a un lado el
diario. Mi nivel de inglés no va más allá de dar los buenos días y algo de lo
que veía me hizo pensar en que no solo era una canción guapa sino que tal vez
dijera algo interesante. Busqué por Internet y encontré su traducción. Lo que decían
me hizo dar un pequeño respingo, algo había tocado mi fibra sensible, que según
el momento lo es y mucho.
Lo que un día nos enamora
puede que a otro deje de hacerlo e incluso que lleguemos a odiarlo o deseemos
olvidarlo. Esto último es lo que más me cuesta comprender, que los malos
recuerdos permanezcan tan inseparables de los buenos que sean capaces de hacer
desear desdeñar también a estos u odiar a la persona junto a la que los
vivimos. ¡Qué extraña es la vida!
2 comentarios:
Guapa canción y con los subtitulos mejor todavía
Por sus reflexiones les conoceréis.
Saludos.
Joaquin
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