martes, 14 de agosto de 2012

Políticos opositando: ahí los quiero ver




Lo publicaba el suplemento dominical XLSemanal el pasado 12/08/12. No puedo estar mas de acuerdo, al igual que la mayoría de los ciudadanos me imagino, por eso no me resisto a la tentación de incluirlo en este blog.


Arturo Pérez-Reverte

Lo sugería el ex embajador Paco Vázquez hace unos días, de guasa. Aunque tiene razón: debería ser obligatorio. Como a registrador de la propiedad, pero con temario más amplio. Y quien no llegue, a tomar por saco. Búscate la vida, chaval. O chavala. Recogiendo melones, fregando suelos o podando setos, como la gente que no tiene más remedio; y que, sin embargo, a menudo está mejor preparada. Ignoro si de ese modo iba a resolverse algo, pero introduciría algo de justicia en el putiferio. Sentido común dentro del esperpento nacional. Porque oigan: en España deben hacerse oposiciones para médico de la Seguridad Social, arquitecto municipal, inspector de Hacienda, abogado del Estado, fiscal, juez, o cualquier puesto público. Hasta un profesor de instituto o catedrático de universidad deben hacerlas. Quien pretenda currar en los sectores de la sociedad dedicados a la función pública, debe enfrentarse a unas oposiciones que a veces son de una dureza terrible, en situaciones de extrema competencia y con años de estudio, preparándose. Y sin embargo, el aspecto más decisivo en nuestras vidas, la actividad política que determina el presente y condiciona el futuro, puede caer en manos de cualquiera. A veces, quizás, de individuos excepcionalmente preparados; pero también, y eso ya resulta menos excepcional, de cualquier analfabestia incompetente, varón o hembra, incapaz de articular sujeto, verbo y predicado, cuyo único mérito, o aval, es compartir ideología o intereses -a menudo una y otros van íntimamente relacionados- con un partido político concreto.
Porque echen cuentas, señoras y caballeros. Si no todos los médicos que salen de la facultad superan las pruebas de residente, ni todos los abogados las de juez, por ejemplo; si para conducir un coche hace falta superar un examen teórico, otro práctico y tests psicotécnicos; si tenemos la constancia experimental de que no todos valemos para todo, ni siquiera cuando se trata de gente preparada y con estudios, calculen, entonces, el control de calidad, las Iteuves posteriores y la psicotecnia que pasaría buena parte de las decenas de miles de políticos españoles en activo o en pasivo, algunos de los cuales -conozco a un concejal de cultura en esa situación exacta- no tienen ni acabado el bachillerato. Consideren los que habrían llegado ahí, donde están, medran y trincan, de exigírseles estudios, preparación, controles éticos y formación adecuada. De aplicárseles de un modo práctico, objetivo, antes de ocupar puestos de tanta importancia, tan bien pagados y con tantos privilegios, la idea de los antiguos filósofos griegos de que toda comunidad pública debe ser gobernada por los mejores. Y de establecerse si lo son. O si no lo son.
Eso, naturalmente, incluye a algunos de nuestros sindicalistas, ornatos del telediario. Cuando oigo expresarse a los más conspicuos, o los veo pasear la pancarta queriendo ponerse al frente de ciudadanos honrados que no sé cómo los toleran, con sus antecedentes, pienso que todo aspirante a líder sindical debería probar antes su conocimiento histórico de la lucha de clases y su capacidad oratoria para convencer al trabajador de que es necesario dedicar parte del sueldo -y no de subvenciones estatales embolsadas por la cara- a mantener una institución sindical imprescindible para la sociedad, cuyo único fin es defenderlo de las agresiones de empresarios y políticos. Y si, por reparto de pastel, ese mismo sindicalista puede acabar en el consejo de administración de una caja de ahorros -que tiene pelotas la cosa-, tampoco estaría de más que se le examinara antes de las cuatro reglas: sumar, restar, multiplicar y dividir. Como mínimo.
Así que, oigan. Puestos a suponer gente pública idónea, España decente, mundos felices donde comer perdices, permítanme imaginar una actividad política regida por el sentido común. O sea: militantes de partidos colaborando, faltaría más, en cuanto haga falta. Según su ideología, interés y conciencia; allá cada cual. Sin embargo, cualquiera que aspirase a figurar en una lista elegible por los ciudadanos, tendría que hacer antes unas oposiciones en las que se le examinase de cultura general como trámite previo. Y luego, según las especializaciones a las que aspirase -ministro de Trabajo, presidente de Gobierno y tonterías así-, de economía, derecho, política internacional, historia de España y ética, por ejemplo; aunque temo que aprobar ética muchos lo tendrían peliagudo. Y por supuesto, idiomas: inglés, un poco de francés, alemán. A no pocos de ahora -muchos impresentables de ambos sexos lo demuestran en cuanto abren la boca en el Parlamento- ni siquiera se les exige hablar bien el castellano.

2 comentarios:

CIMAFERMIN dijo...

Estoy también de acuerdo en cada punto y cada coma del articulo, además Reverte ye colega mió...aunque solo de pensamiento.

Anónimo dijo...

Los comentarios del simpar de Arturín se caracterizan por escribir sobre lo que sus lectores -que son muchos más que la tira- demandan o esperan. Vamos, que resulta bastante previsible. En sus comentarios casi siempre suele aparecer como protagonistas principales, personajes o figuras tales como las lumis de buen corazón; el kie expresidiario, hábil con la sirla pero cuya palabra dada ofrece más garantía que una firma ante notario; el caco, compadre experto en abrir puertas y desvalijar casas; la curia del Vaticano o de la Conferencia Episcopal; viejos marinos que adictos al morapio todavía conservan intacta la memoria; políticos trincones o calienta escaños, y así un largo etcétera.

Otros, sin embargo, se dedican a escribir o publicar comentarios como el copia y pega que adjunto más abajo, y que me da a mi, o barrunto yo, que no van a gustar a la mayoría de los lectores que se acerquen a leerlo.

O a lo mejor, sí, quién lo sá. Puede que haya alguno o quizás varios, que sí les guste el artículo, pero que ante el temor de parecer antiguos, carcas o retrógrados ante sus amistades más progres.. bueno, pues eso... se engañen a si mismas.

En cuanto a mi, tengo que decir que me gusta el artículo y estoy de acuerdo -salvo algún que otru detalluco - en todo con lo que dice su autor.

Y que conste, que el autor -aburrido y cansino donde los halla- no es santo de mi devoción.

Saludos

Joaquin


Lo bueno y lo malo

Juan Manuel Prada.

"La supresión de las categorías morales nunca es inocua, aunque nuestra época proclame ufana lo contrario. Decía Aristóteles que lo que distinguía al hombre de cualquiera de los animales es la capacidad para discernir el bien y mal; y podríamos completar la definición aristotélica diciendo que, cuando el hombre renuncia a esa capacidad que lo distingue, se convierte en el peor de los animales....."+ leer artículo completo en:
http://www.finanzas.com/xl-semanal/firmas/20120812/bueno-malo-3243.html