miércoles, 6 de noviembre de 2013

Crónica de una muerte anunciada.



"Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres".

Frase atribuida a Albert Einstein
 


Alrededor de 1985 llegó a Europa, en enjambres importados,  un acaro originario de Asia, la varroa destructor. Allí parasita a la abeja melífera asiática (Apis Cerana).  En esta especie de abeja se genera un equilibrio donde coexisten el huésped y el parásito ya que  Apis Cerana tiene la particularidad de eliminar las varroas de las celdas y quitarse las mismas entre los adultos, con lo cual se mantiene un equilibrio constante. Sin embargo en la abeja europea este equilibrio no existe puesto que al ser un enemigo reciente la Apis Mellifica todavía no desarrolló mecanismos defensivos adecuados.
varroa destructor
 
 Este acaro se alimenta de la hemolinfa (sangre) de la abeja tanto adulta como en estado larvario, debilitando a las adultas e impidiendo el correcto desarrollo de las ninfas, dando como resultado la desaparición de la colmena. En aquellos primeros años de infestación la mortandad fue muy elevada poniendo al borde de la desaparición a la abeja europea.  Un tiempo después comenzaron a comercializarse acaricidas químicos (amitraz y fluvalinato) con los que los apicultores podían tratar las colmenas disminuyendo en un porcentaje elevado el número de varroas pero sin conseguir eliminarlas por completo.  En la actualidad esta plaga se ha convertido en un mal endémico, se continúan utilizando los tratamientos químicos y se avanzó algo con productos naturales como el aceite de timol o el acido fórmico, se intenta también, mediante selección genética, conseguir colonias de abejas que sean capaces de eliminar la varroa por sí mismas, pero la amenaza sigue ahí.

 
 
A comienzos de este siglo, en torno a 2003, se detectó una nueva amenaza. Se trata de la desaparición inexplicable y en un corto período de tiempo de la mayor parte de la población de obreras adultas de una colmena. Este fenómeno, conocido como "síndrome de despoblamiento de las colmenas", en estos últimos años comienza a manifestarse de manera más evidente y generalizada produciendo la perdida de hasta el 50 % de las colmenas y porcentajes mas elevados en algunas zonas (a mi me ocasionó la pérdida del 100% de mis colmenas, en un periodo de dos años). Sin causas confirmadas se especula con la intervención de varios factores, por si solos o en conjunto,  determinados pesticidas de uso agrícola, las emisiones electromagnéticas por la proliferación de antenas de telefonía, agentes infecciosos o parasitarios , la tendencia a monocultivos lo que implica una pérdida de la variedad nutricional que necesitan la abejas o la explotación intensiva de estos animales produciendo un elevado nivel de estrés y la consecuente disminución de población .

Pues por si todo esto fuera poco aparece ahora un nuevo enemigo, una gravísima amenaza alada, el avispón asiático (Vespa Velutina). Llegó a Europa a finales de 2004, en un barco procedente de China que descargó madera en el puerto de Burdeos, algunos troncos portaban hembras fecundadas de esta avispa.

vespa velutina
La Vespa Velutina es un voraz depredador que se  alimenta de abejas u otros himenópteros sociales como las avispas, también orugas, libélulas, arañas forman parte de su dieta.  Ataca las colonias y diezma los enjambres en muy poco tiempo. No hay métodos efectivos de control y aunque se emplean trampas para capturarlas esto no está impidiendo su rápida expansión (100 km/año). Tienen una alta capacidad de adaptación a nuevos entornos y se calcula que en un plazo de 10 años se extenderá por toda la península Ibérica.

No es este el único avispón que se alimenta de abejas, la Vespa Crabro ya existía en Europa pero, aunque de tamaño similar, es menos agresiva y voraz que el avispón asiático.
vespa crabro

diferencias entre avispón asiático y europeo
Tampoco se deben confundir estos dos avispones con otro que se está utilizando mucho en la prensa mostrando su imagen e identificándolo como avispón asiático (Vespa Velutina) cuando en realidad es el avispón asiático gigante ( Vespa Mandarinia) de 5cm de longitud y 7,5 de envergadura alar , casi del tamaño de un pequeño pájaro, el doble que cualquiera de los otros avispones y cinco veces el de una abeja. Este si es un verdadero asesino, 30 de estos avispones podrían acabar con 30.000 abejas  en tres horas.
 

 
 
 Es muy agresivo, su picadura es muy dolorosa y su veneno, muy potente, disuelve los tejidos.
 
vespa mandarinia
Cualquier día lo tendremos también por aquí.
 
La tan nombrada aldea global tiene también grandes peligros. El traslado de especies de unos hábitats a otros acarrea consecuencias a veces impredecibles. Las abejas están pagando un alto precio por nuestros actos, llegará un momento en el que seremos nosotros los unicos que  queden para pagar por nuestros errores.

 
 

1 comentario:

Roberto dijo...

Cada vez que leo algo sobre el tema de la muerte "misteriosa" de infinidad de colmenas ne entra un poco de canguelo.
Hay que pensar en positivo polinizamos los humanos, 6 millones de parados, jubilados y prejubilados dan para mucho ¿no?

"Las Peras cultivadas en el condado de Hanyuan, de China han sido polinizadas a mano ya que las abejas regionales fueron exterminadas por los pesticidas en la década de 1980."