miércoles, 23 de junio de 2010

con tu ayuda seré fuerte


Hoy me apetece escribir pero mi inspiración se niega a colaborar. Sé que tengo algo dentro pugnando por salir. Me oprime el pecho, me atenaza la garganta, altera mi respiración obligándome a dar profundas bocanadas. En mi cabeza algo bulle y me niego a dejarla que me domine, no puedo permitir que me lleve a los profundos sótanos del alma que ya, tan bien, conozco.


Días difíciles están por llegar y no sé bien cómo afrontarlos, se acercan rápidos e inexorables. Quiero convencerme a mí mismo de que esta vez estoy más preparado para sobrellevarlos a pesar de que serán peor aun que otras veces. Quiero pensar que el convencimiento de lo que siento me hará más fuerte en este trance. Quiero vencer a mi imaginación y obligarla a desechar sus pútridos frutos. Preferiría que las jornadas fueran pasando rutinarias, exentas de emociones, anodinas, sin dicha pero, también, sin amargura ni dolor alguno.

Nunca fui consciente hasta hace pocos años, pero soy de alma débil. Mi muralla protectora tiene una brecha por la que se cuela el desanimo cuando se disfraza adecuadamente. Mi único aliado es a la vez, sin quererlo, mi propio enemigo. Solo su ayuda es capaz de contener las hordas que vienen a turbar la quietud de mi espíritu y, sin embargo, su ausencia es la patria de esa tropa despiadada que penetra en mi ánimo dejando tras de sí tan solo tierra quemada.

Debo permanecer estoico y ser valiente ante la batalla que se avecina. Levantar mis defensas tantas veces como sea necesario dejándolas listas para el siguiente envite que se producirá con toda seguridad, tal vez incluso más brutal que el anterior.

Cuando la batalla termine será tiempo de contabilizar bajas. Ruego a los dioses que no me castiguen con una derrota y que mi aliado llegue a tiempo de evitar el desastre.


2 comentarios:

LA MUJER INVISIBLE dijo...

Se bien lo que significa ser de alma débil y corazón tierno..., espero que aguantes bien el embiste, y recuerda que somos legión...y que no estás solo en este trance..

Desde aquí te envío las fuerzas que sin duda más tarde o más temprano también me harán falta...

Jose Luis dijo...

Se apunta otro soldado a ese ejército de almas débiles. Aunque te advierto que soy el soldado perfecto para la derrota, hasta a veces la ansío.Alma débil, corazón débil, mentalidad débil. Ponme en primera fila, al menos cuando caiga, serviré de estorbo. Perdona, estoy en un mal momento.