jueves, 3 de junio de 2010

va de cuentos


Opinar de cuestiones políticas públicamente es penetrar en terreno farragoso pero, lo siento si a alguien ofendo, hoy no me puedo contener.


No suelo estar muy al tanto de las noticias, siempre me entero de todo con retraso. Hoy, leyendo un suplemento de prensa del pasado domingo y comentando con otra persona un artículo publicado en él, me enteré que una ministra, muy progresista ella, defensora a ultranza de lo políticamente correcto y estúpidamente insuperable, vigilanta sin parangón de la igualdad de derechos entre sexos (Voy a hacer aquí un inciso. Por favor, corríjanme si estoy equivocado. Creo que utilizar las expresiones “igualdad de género”, “violencia de género” y otras similares, es una forma incorrecta de uso del castellano. El género, gramaticalmente, se refiere a la clase a la que pertenece un nombre sustantivo o un pronombre. Para las expresiones anteriores debería utilizarse la palabra “sexo” en vez de “genero”. Me parece haber leído también, con retraso casi seguro, que la Real Academia Española así se lo hizo saber a quién implantó oficialmente tales definiciones, pero esos miembros y miembras del gobierno, ministerio, organismo o quien quiera que hubiera tomado la decisión, se lo pasaron por el mismísimo forro de sus respectivos ¿géneros?¿sexos?) Vuelvo al asunto que me ocupa. La titular del Ministerio de Igualdad, en otro alarde de compromiso en defensa de los más débiles y débilas, pretende vetar algunos cuentos clásicos de Disney (Blancanieves, Cenicienta o la Bella Durmiente) acusándolos de… ¡sexistas! Alucina vecina.

En plena crisis económica, el paro alcanzando mas cimas que Edurne Pasaban, sin verse una salida al túnel en el que nos metieron, gente con problemas hasta para poder adquirir alimentos, congelación o bajada de sueldos e inversiones, disminución de ayudas sociales, etc. etc. ¿Cómo pueden tener la desfachatez de saltar con semejante memez?

Propongo desde aquí, que se vete también los cuentos del Príncipe Rana o el Gato con Botas (por maltrato a los animales al atribuirles características humanas. Ya sabéis que soy un descreído de esta nuestra especie), el Asno y el Cochino (¿por qué no la Asna y la Cochina?), la Zorra y las uvas (¡zorra! escandaloso), pero sobre todo, Garbancito (¿cómo se puede consentir nombrar de esa forma tan despectiva a un niño? Además debería ser calificado de no apto para menores, un niño engullido por un buey. Terrorífico) Tantos y tantos cuentos con algún tipo tacha moral. Todos podrían dejar secuelas irreparables en las “débiles” mentes de nuestros vástagos y vástagas. ¡Pásalo! Todos contra los cuentos, estigmas de un pasado injusto que debemos eliminar.

La verdad es que no debería sorprenderme después de comprobar la incontinencia verbal de susodicho personaje. Ejemplos clarificantes:

• “Un feto de trece semanas es un ser vivo, pero no es un ser humano”

• “Cualquier joven puede ponerse tetas sin que sus padres lo sepan”

• “Vamos a crear una biblioteca para y por mujeres”

• “Teléfono para resolver las dudas de los maltratadores”

¡Por dios! ¿en manos de quien estamos? Los únicos cuentos que se deberían vetar son los que la clase política que nos representa quieren hacernos tragar sin siquiera ensalivar (por no utilizar otra zona de nuestra anatomía para introducírnoslos, más apropiada para el caso) Deben pensar que tratan con “personas de capacidad intelectual disminuida” (esto por si me lee algún seguidor incondicional de lo políticamente correcto y pueda entenderme sin sacarlo de contexto. Para el resto ¡nos tratan como subnormales!)

Os pongo un enlace al artículo que me refería al principio. A mí me hizo perder parte mis atributos masculinos de la risa que me produjo, ósea, me descojoné.

http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/538/caperucita-y-el-lobo-machista

3 comentarios:

LA MUJER INVISIBLE dijo...

Estoy completamente de acuerdo..., me parece que se está perdiendo el norte en cuanto a lo políticamente correcto, pero ya, que me toquen los cuentos...eso si que no!! por ahí no paso...y sí..da que pensar en manos de quien estamos...
Como siempre una visión inteligente de la realidad..te felicito sinceramente...hay que ver lo evolucionados que estais algunos hombres (ja ja ja..)

Jose Luis dijo...

Me imagino a los soldados y soldadas entrando en mi casa, registrando mi biblioteca infantil y confiscando los cuentos para después quemarlos en la plaza al más puro estilo nacionalsocialista. Tendré que hacer un escondrijo por si eso pasa, lo haré lo bastante grande por si al final tenemos que escondernos ahí la familia entera. Es lo que pasará. Lo veré desde mi ventana. Me asomaré cautamente y veré desfilar hombres, mujeres y niños llevando brazaletes o vistiendo abrigos con cruces bordadas.

Roberto dijo...

Toda la razon Jose, pero verás como pronto te enteras, (con retraso), que la susodicha "ha ido" a tomar té o a tomar .....
Al menos esa es la ilusión de la inmensa mayoría.

Saludos y suerte po´l monte